CINEMIGRANTE · Festival Internacional de Cine y Formación en Derechos Humanos de las Personas Migrantes · 2024
En 2011, resurgió en Bissau un archivo de material fílmico y sonoro. Al borde de la destrucción total, estas cintas dan testimonio del nacimiento del cine guineano como parte esencial de la visión de la descolonización de Amílcar Cabral, el líder de la liberación asesinado en 1973. En colaboración con l_s cineastas guineanas Sana na N'hada y Flora Gomes, así como con otros muchos aliados, Filipa César imagina un viaje en el que este frágil material del pasado opera como el prisma visionario de una esquirla a través de la cual miramos el presente. Digitalizado en Berlín y proyectado en diferentes contextos -en un gesto que podría asemejarse a un cine itinerante transnacional-, el archivo provoca debates, narraciones y premoniciones. Desde las aldeas más aisladas de Guinea-Bissau hasta las capitales europeas, estos archivos silenciosos se convierten en un lugar desde el que buscar un antídoto a la crisis mundial.
Así presentamos la película de Filipa César 'Spell Reel' cuando se estrenó en 2017. Su estreno en la Berlinale ya fue la culminación de una larga conversación. Comenzó cuando nos conocimos en París en 2011 para la proyección de su película 'The Embassy' dentro del programa "Hantologies des colonies". Esta selección de películas, comisariada por el artista Vincent Meessen en el marco de su exposición individual "My Last Life" en Khiasma, el centro de arte que yo dirigía entonces en los suburbios de París, tuvo cierta importancia en la historia del debate postcolonial dentro de la escena artística francesa, que hasta entonces había invertido muy poco en estas cuestiones. Ya había acompañado dos películas de Filipa César, Mined Soil y Transmission from the Liberated Zones. Prefigurando Spell Reel, estos cortos también fueron acechados por los fantasmas de los archivos de la utopía inacabada del cine guineano. Fantasmas que buscan cuerpos a los que volver, pieles para proyectar su imagen problemática. Un cine crudo y necesario donde lo material tomaba la palabra.
La continuación de esta conversación entre humanos y no humanos - ya que el término "conversación" es mucho más apropiado para nuestra forma de trabajar que ‘producción' - contaría con la participación de Sana Na N'hada, a quien conocí en 2015 a través de Filipa. Después nos vimos con regularidad durante la gira de Spell Reel y las presentaciones de lo que quedaba de los archivos activistas guineanos, archivos a los que él había contribuido. Pero no fue hasta 2017 cuando descubrí a Sana como un cineasta vivo, que respiraba sus proyectos y las obras que aún llevaba dentro. Fue un proceso largo y difícil llevar a buen puerto esta película.
"Nome", la película más ambiciosa que he producido nunca. Aunque "Nome" es también un autorretrato difractado de Sana, sus compromisos y sus decepciones, que reflejan el fracaso de la nación guineana para a la hora de hacer realidad la visión de Cabral y de todos aquellos que lucharon por vivir libres e iguales. Encontramos toda su tierna humanidad en este fresco histórico en el que ningún personaje es totalmente bueno o totalmente malo. En la escena imaginario de Sana se enfrentan simplemente los deseos contradictorios de los humanos, entre tradición y modernidad desenfrenada, bajo la mirada de los poderes invisibles de un mundo que se deshace lentamente.
Olivier Marboeuf
Curador
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