La sección de panorama de este año propone un recorrido no lineal entre las películas, que problematiza la ficción eurocéntrica de la historiografía oficial y discute sobre quiénes son aquellxs sujetos que pueden o no hacer cine en el escenario contemporáneo. Conformada por un grupo de películas que retoman la idea de movimiento como forma de resistencia social, con una estructura caleidoscópica, llena de movimientos vivos y renovadores de la tradición del pensamiento decolonial.

Dentro de esta ficción opresora llamada patria que impone quiénes pertenecen y quiénes no, recuperamos sujetos marginalizados, desplazados del centro, que ahora actúan y son protagonistas de sus propias historias. El acto de crear, de actuar, de moverse es un antídoto a la falta de perspectiva de futuro, una forma de conversar con su propia historia, su ancestralidad y su comunidad.

Tras meses de aislamiento y distanciamiento social obligatorio ponemos énfasis en este gesto: sólo un movimiento, que para los ojos fríos e indiferentes del sistema hacen del ser migrante un sujeto subversivo. Son películas que buscan formas de narrar que quedan por fuera del mandato de la rigidez de los cuerpos. Formas de ocupación del espacio que a partir de su desplazamiento crean nuevos diseños del territorio, recordándonos que las relaciones y reuniones entre los cuerpos en movimiento son las que crean territorialidad y no al revés.