ACTIVIDAD PARALELA – La conquista del Indoamericano (Cooperativa de Fotógrafos)
A principios de diciembre de 2010, cientos de familias que habían ocupado un parque semi abandonado en el sur de la ciudad fueron desalojados por la Policía Metropolitana y la Federal. Durante la represión, murieron Bernardo Salgueiro, un carpintero paraguayo de 22 años y Rosemary Chura Puña, una migrante boliviana que había llegado 6 años atrás al país, con su marido y sus dos hijos. El jefe del gobierno porteño, Mauricio Macri, culpó por los incidentes a la “inmigración descontrolada” y abrió la puerta para una serie de ataques xenófobos protagonizados por barras bravas y punteros políticos que arremetieron a los tiros contra los ocupantes del parque. Durante el primero de esos ataques murió Juan Quispe Castañares, un chofer de remis boliviano con dos hijas 2 y 4 años, ambas nacidas en Argentina. El viernes, cuando un joven herido de bala fue sacado de una ambulancia, se confirmó que no se trataba de una “reacción espontánea de los vecinos indignados”, sino de un ataque organizado. Los ocupantes se retiraron del lugar luego de que el gobierno les prometiera hacer planes de vivienda para todos. Los lideres de la toma, tres militantes sociales de la zona, están siendo investigados por la justicia. Por el asesinato de los ocupantes, en cambio, no hay ningún procesado.