La sección central ‘Imágenes para la insurrección’, curaduría realizada de manera transversal por las lecturas y las reflexiones de Suely Rolnik (Brasil). Devenida de la reciente curadoría realizada por CineMigrante (‘Futuridades nómadas: Temporabilidades cinematográficas desde América, África y el mundo árabe’), en un ciclo de restauración de dominios de control construídos desde los denominados ‘discursos del odio’ que determinan el hoy como un territorio de cancelación de la vida de numerosas coporeideades/identidades, la presente sección explora los modos posibles de una existencia que sigue escapando a los mecanismos de control. Alteridades identitarias (im)posibles de asir por un poder que, cada vez más refinado, se impone con fuerza de extinción. Discursos de odio que nos obligan a trabajar en los pilares de la conformación de nuestra subjetividad, teniendo como desafío el desarrollar herramientas para la descolonización del inconsciente, generando territorios de afecto que logren conformar una nueva resonancia cuerpo/expresión.

#EllosNo #EllosNunca

“El cambio de sexo y la migración son las dos prácticas de cruce que, al poner en cuestión la arquitectura política y legal del colonialismo patriarcal, de la diferencia sexual y del Estado-Nación, sitúan a un cuerpo humano vivo en los límites de la ciudadanía e incluso de lo que entendemos por humanidad. Lo que caracteriza a ambos viajes, más allá del desplazamiento geográfico, lingüístico o corporal, es la transformación radical no sólo del viajero, sino también la comunidad humana que lo acoge o lo rechaza. El antiguo régimen (político, sexual, ecológico) criminaliza toda práctica de cruce. Pero allí donde el cruce es posible empieza a dibujarse el mapa de una nueva sociedad, con nuevas formas de producción y de reproducción de la vida”
Paul B. Preciado, ‘Un apartamento en Urano’

‘Imágenes para la insurrección’ son existencias que comprenden que su persistencia en este mundo depende de cuidar y proteger aquello no atrapable, no definible, disponiéndose a discurrir y devenir las veces y modos necesarios como para preservar la vida, deseante.

‘Imágenes para la insurrección’ surge entendiendo que, si bien una atmósfera siniestra envuelve el planeta, ellos rearman permanentemente sus modos de control y dominio que propagan la muerte; y, si rearman sus ‘viejas formas’ en ‘nuevas formas’, es porque aún hay algo que no han logrado cooptar, algo que no han logrado capturar para su horroroso beneficio de muerte.

‘Imágenes para la insurrección’ deviene del deseo de futuro, del ‘saber del cuerpo, ‘del saber de lo vivo’ y, por sobre todas las cosas, del malestar que convertimos en estrategia colectiva de fuga y transfiguración.

‘Imágenes para la insurrección’ da cuenta de una esencia, aquella que transfigura su ser permanentemente porque no somos posibles de asir, porque no somos ni seremos identidad nacional colonial capitalista machista blanco falocentrista.

En ‘Imágenes para la insurrección’ están ellos y estamos nosotres. En ‘Imágenes para la insurrección’ nosotres persistimos en diversos y múltiples modos (feministas, homsexuales, transexuales, indígenas, negros) y #EllosNo #EllosNunca (Gracias Suely)