Adirley Queirós. Habitar el cine, proyectar lo periférico
Tomar parte del presente social y político de Brasil, esta es la promesa que nos devuelve el cine de Adirley Queirós. Pero, ¿cómo filmar ese compromiso? ¿Cómo llevar a la pantalla un presente tan complejo, tan desigual y rico de simbolismos que son inaprensibles? La respuesta de Adirley parece anclarse al territorio, hay que volver al territorio y, desde ahí, sembrar una nueva narrativa, construir un nuevo relato. En ese territorio, Adirley Queirós participa, toma partido, se posiciona desde la periferia, se ubica en la zona inmediatamente exterior a la grande urbe moderna que es Brasília y, desde ese emplazamiento que conoce y habita en su cotidianidad, comparte espacios y tiempos con un mundo marginal y de marginalidad. Y ahí se detiene. Decanta. Rap, o canto da Ceilandia; Días de greve; A cidade é una so?; Branco Sai, Preto Fica y Era uma Brasília en toda la filmografía de Adirley Queirós el territorio de Ceilandia, la periferia de Brasília es interpelada como un documento, un tejido para desentrañar y comprender. La música rap, la actividad metalúrgica, la planificación de la capital federal, el racismo y el último golpe de estado judicial delinean un mapa emotivo de urbanización, progreso y resistencia cultural. A partir de ese mapa, transitando por ese emplazamiento, Adirley Queirós proyecta y comparte una ciudad hecha de fragmentos de imágenes en movimiento que solamente pueden concebirse como un desbordamiento de lo real; un derrame de elementos documentales y de ficción que construyen una contrahistoria, una historia propia, autónoma. Una contrahistoria con la que proyectar un futuro diferencial, un futuro colectivo que interpele al presente de Brasil.
Cristina Voto
Curadora y Programadora
